Los padres jesuitas que viajaron a China durante los siglos XVI y XVII lo hicieron con el objetivo de la evangelización, pero no se limitaron solo a esta. Fueron, además, grandes difusores de la cultura china en Europa y los responsables de un intercambio cultural fructífero para ambas regiones. La gran obra Flora sinensis, Flora de China (1656), es un invaluable testimonio de esta gesta.
El autor de Flora sinensis fue el sacerdote polaco Michał Piotr Boym,卜弥格 Bǔ Mígé (1612 – 1659). Desde su Polonia natal hizo el viaje típico a China de otros jesuitas de la época: de Lisboa a Goa, en India; de allí a Macao y de Macao a China continental. En el caso del padre Boym, desde Macao se dirigió a fundar una misión en la isla de 海南 Hǎinán.
Fiel a la dinastía 明 Míng
El misionero jesuita llegó a China en un momento convulsionado: la dinastía 清 Qīng había derrocado la dinastía 明 Míng. Permaneció leal a la dinastía 南明 Nán Míng, Míng del Sur, un reducto que duró desde 1644 a 1662. Varios miembros de la casa imperial se habían convertido al catolicismo.
El Padre Boym fue designado como embajador del último emperador 明 Míng frente al Papa y las autoridades de Portugal pero, para cuando llegó a Goa, el rey de Portugal había reconocido como gobernantes legítimos a los 清 Qīng y decidieron que el Padre Boym sufriera un arresto domiciliario. Escapó de su cautiverio y realizó varios encuentros infructuosos con autoridades europeas, incluido el Papa. Falleció en un convulsionado viaje de regreso a China, al pasar por la provincia de 广西 Guǎngxī y se desconoce el lugar de su sepultura. Dos años después de su fallecimiento, cayó la dinastía 明 Míng del Sur.
Además de Flora de China, Michał Boym fue responsable de algunos importantes mapas, un diccionario de chino (al latín y al francés) y varias descripciones geográficas. En su famosísima China illustrata, el también jesuita Athanasius Kircher (1602–1680) reprodujo muchos materiales de estas obras.
Flora sinensis
El gran valor documental de Flora de China reside en que se trata del primer manual publicado en Europa sobre la flora y fauna de China, y sus imágenes fueron reproducidas en muchas otras obras. Excepcionalmente para la época, se publicaron coloreadas, lo cual hacía la edición más costosa. Incluye descripciones y dibujos de varios animales y plantas, la mayoría autóctonos, pero también otros que se habían adaptado al lugar. Está redactado en latín y ofrece caracteres chinos que acompañan las imágenes, con un sistema de transcripción fonética usado por los jesuitas.
La Flora de la China presenta con la mayor humildad sus frutos y flores al serenísimo y poderosísimo príncipe y señor, el señor Leopoldo Ignacio, floreciente rey de Hungría, etc., como una promesa de frutos augustísimos para la posteridad. Esta obra, publicada por el religioso padre Michał Boym, sacerdote de la Compañía de Jesús, ha sido ofrecida a Su Majestad por la Casa Profesa de la misma Compañía en Viena, junto con los votos de felicidad para el año.
La obra no tenía un propósito científico sino que buscaba hacer conocer el reino para conseguir apoyo del rey de Hungría para la causa de los jesuitas en China, así como el éxito de su tarea diplomática. No consiguió ninguno de los dos propósitos, pero sus exquisitos dibujos, reproducidos ampliamente, quedaron como testimonio de su compromiso por su causa y de su amor por la tierra china.
(1) Es posible ver y también descargar el texto de forma gratuita en Archive.org
(2) Existe una página web, con versiones en polaco, inglés y chino, dedicada a la vida y obra del Padre Boym.
Szczesniak, B. (1947). The beginnings of Chinese lexicography in Europe with particular reference to the work of Michael Boym (1612–1659). Journal of the American Oriental Society, 67(3), 160–165.
Walravens, H. (2011). FLORA SINENSIS REVISITED. Monumenta Serica, 59(1), 341–352.