¿El confucianismo es una religión?

La pregunta si el confucianismo es o no una religión esconde varias dificultades. Las más importantes son: a) a qué llamamos “confucianismo” y b) a qué llamamos “religión”. El segundo de los problemas es más importante que el primero.

Si están leyendo este artículo esperando la respuesta “sí” o “no”, ya pueden ir abandonando la lectura, aunque si son lectores asiduos de nuestra página no les deben gustar las respuestas sencillas. Nuestra respuesta será “sí y no”, y esperamos que les sirva para enriquecer el abordaje filosófico del concepto de religión. La primera advertencia que tenemos que hacer es que este es un abordaje filosófico y no confesional. Las creencias religiosas forman una parte nuclear de la vida de muchas personas y también constituye un derecho, además de ser éticamente valioso respetarlo. Cuestionar el sentido del concepto de “religión” no implica, entonces, ningún ataque a la misma, sino una apertura a la diversidad cultural.

Existe mucho vocabulario religioso relacionado con el confucianismo: templos, ritos, ceremonias, y también muchos fenómenos sociales. Este es un artículo introductorio; nos ocuparemos de este tema en varias ocasiones, porque creemos que es una cuestión fundamental de la cultura china y además digna de ser explorada en sí misma, por todo lo que tiene para enseñarnos.

孔教 Kǒng jiào

孔教 Kǒng jiào se suele traducir como “culto a Confucio”, pero que se trata de algo más rico: el reconocimiento del valor de una enseñanza que hizo que esta tenga seguidores que se consideran discípulos y rinden culto a su maestro. 教 jiào es un carácter que originalmente significa “enseñar”, pero que adquirió otros matices a lo largo de la historia. Se usó para el budismo, 佛教 Fó jiào. Para el cristianismo, se conformó la expresión 基督教 Jī dū jiào. 宗教zōng jiào se forjó, al momento de introducción del cristianismo, para designar el concepto general de “religión”. No hay un adjetivo en chino correspondiente a “religioso”.

Confucio como ancestro de los eruditos y de toda la Nación china

La escuela de Confucio retoma los rituales tradicionales a los ancestros y añade al rito una dimensión ética. El culto a los ancestros no se limitaba al propio clan, sino que se extendía a otras relaciones como la de gobernante/gobernado y los diferentes oficios con sus fundadores o grandes maestros.

Veamos cómo describe e interpreta el Padre jesuita Matteo Ricci, en el Siglo XVII, el culto a Confucio:

“En todas las ciudades y escuelas donde se reúnen los letrados, según una antigua ley, hay un templo de Confucio, muy suntuoso, en el cual se levanta su estatua con su nombre y título; y cada luna nueva y cada plenilunio, y cuatro veces al año, los letrados ofrecen un determinado tipo de sacrificio con incienso y animales muertos, que le ofrecen, aunque no reconocen divinidad alguna en él ni le piden nada. Por tanto no se puede llamar verdadero sacrificio.”

De acuerdo con su propia concepción de la religión, el Padre Ricci (considerado actualmente Beato por la Iglesia Católica) entiende que los ritos no representaban reconocer en Confucio un dios, y que una señal de esto es que durante estos no se realizaban peticiones. Para el gran jesuita, el confucianismo y el cristianismo eran compatibles porque veía en el primero una filosofía ético política y no una religión.

El profesor 姚新中 Yáo Xīnzhōng, quien actualmente es decano de la Escuela de Filosofía de la 中国人民大学 Zhōngguó rénmín dàxué en su libro El confucianismo, explica de este modo el sentido de 孔教 Kǒng jiào:

“Un jiao incluye también un sistema de observancia de los rituales, disciplina de conducta y fe en las enseñanzas de los fundadores de una tradición, que se consideran como tres de los factores más importantes del mantenimiento de la unidad y la transmisión de un jiao. En consecuencia, lo que se entiende por jiao es el culto de los doctos o cultivados, la continuada tradición de los estudiosos que siguieron a Confucio para participar en la interpretación y aplicación de las doctrinas exploradas en los clásicos, y que insistieron en la importancia y significación de los rituales y ceremonias para la realización de su ideal.”

Creemos que el texto que acabamos de citar es un excelente disparador para pensar. Les sugerimos que, en lugar de “jiao”, lean “religión” y que, en lugar de “Confucio”, coloquen al fundador de alguna religión. 

¿Es el confucianismo una religión?

No y sí. Habría que ajustar la respuesta a quién pregunta, a en qué lengua la formula y a qué tanto tiempo hay para formular la respuesta. Adviértase el tono socrático del planteo: no se puede saber si el confucianismo es una religión si no se sabe qué es una religión, y hay que ajustar la respuesta al interlocutor, al tiempo que tenemos para responder y al idioma en el cual la formula. Sin embargo, a diferencia de la expectativa socrática, “religión” ha resistido los intentos de alcanzar un universal unívoco. El hecho de que el concepto de religión parece ser una creación de la modernidad secularista, hizo que muchos autores propusieran abandonarlo como concepto analítico. Esto nos parece bastante extremo, pero lo entendemos. Al menos, debería conducirnos a usarlo aclarando previamente qué entendemos por “religión” y por qué.

¿Por qué no?

Por su comparación con el budismo chino que, con sus variaciones, generó un monacato y un sistema de culto que permanece hasta la actualidad. Se puede advertir una separación entre las teorías filosóficas budistas y un desarrollo del culto en la amplia gama del compromiso monástico hasta la superstición popular. El confucianismo, incluso en la época en la que recibía sacrificios estatales como los que cuenta Matteo Ricci, está más relacionado con la mentalidad china que con una religión específica organizada con un sistema de culto.

¿Por qué sí?

La tradición de la Escuela de Confucio cimentó valores y prácticas que no se agotan en su dimensión ético-política. El culto a los antepasados persiste y es la base de la religiosidad china. Muchas de las concepciones de trascendencia están basadas en el confucianismo, lo cual nos lleva a preguntarnos si no conviene ampliar el concepto de religión como para incluir creencias que otorgan pleno sentido a las relaciones sociales y expresan un respeto por los vínculos que nos hacen reconocer que la comunidad o la Nación nos exceden como individuos. 

Tablillas con peticiones en el templo de Confucio de 平遥 Píngyáo, 山西  Shānxī

Un espacio de intercambio de sentidos

El fenómeno religioso es un espacio plural y, para acercarse a él desde el punto de vista filosófico, hay que abrir abanicos de sentidos que nos enriquecen. Pensar no pone en riesgo nuestras creencias, sino que nos permite evidenciarlas e incluso fortalecerlas. Aquí hemos intentado abrir la discusión y proporcionar elementos para pensar, sabiendo que tocamos un ámbito muy íntimo y muy especial: el de las creencias en la trascendencia. Reconocemos en el confucianismo, a lo largo de su historia, una rica dimensión religiosa que fortaleció los lazos familiares y sociales y dotó de sentido la vida de muchas personas. Más allá de algunos breves momentos de tensión, en general convivió bien con el taoísmo, el budismo y el cristianismo, inspirando a personas de varios países fuera de China, entre las cuales nos contamos.

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