" Mil años de defensa

Mil años de defensa

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Durante la guerra Sino-francesa (1884-1885), las tropas francesas intentaron golpear duramente al Imperio 清 Qīng desde múltiples puntos para desestabilizarlo y conseguir forzar la firma de tratados desiguales como los de las Guerras del Opio (1839-1860). Por un lado, tropas expedicionarias francesas avanzaban desde Vietnam hacia el Sur de China, transformando en colonia las ciudades vietnamitas; por otro lado, buques franceses habían bombardeado ciudades costeras chinas buscando reducirlas a cenizas, y una pequeña división colonial francesa intentaba hacerse con el control de la isla de 台湾 Táiwān, que planeaban reclamar como parte de las compensaciones de guerra. Sin embargo, no se encontraban ya ante el débil imperio que había sido atacado y parcialmente conquistado durante las Guerras del Opio, sino ante una nación que se atropellaba por modernizarse. La modernización se producía a pasos tan agigantados que dentro de las estructuras imperiales surgían dos vertientes de pensamiento extremistas: los que buscaban acelerar las reformas y llevar a China a ser una potencia global y los que buscaban detener las reformas y volver a los valores tradicionales.

Lectores de El arte de la guerra

Liderando una expedición a través de Vietnam para alcanzar el Sur de China se encontraba el general François de Négrier (1839-1913). El objetivo era avanzar conquistando las ciudades vietnamitas hasta alcanzar la frontera china; una vez allí, cruzarla y conquistar la primera gran ciudad china que encontraran. Luego, cuando el conflicto hipotéticamente terminara con la firma de un tratado desigual, Francia podría asegurarse no solo la isla de 台湾 Táiwān para la construcción de una colonia, sino también una importante ruta comercial desde el Sur de China hasta el Sur de Vietnam utilizando las vías fluviales hasta la Colonia francesa de la Conchinchina (territorio vietnamita). De esta forma, rodearían al Este y al Oeste la importante Colonia británica de 香港 Xiānggǎng (Hong Kong), siendo así más competitivos.

El general Négrier era una de las mejores mentes militares de Francia y confiaba en que pudiera derrotar a las tropas vietnamitas y chinas sin grandes dificultades. De hecho, años más tarde fue un importante asesor militar francés que observó con detenimiento diferentes potenciales enemigos de Francia y realizó agudos consejos en materia militar que serían recordados incluso durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918). 

El general Négrier en el filme 龙之战 Lóng zhī zhàn, La guerra del dragón (2017).

El principal problema que encontró el general Négrier en su avance hacia china fueron el general chino 刘永福 Liú Yǒngfú y su ejército de mercenarios y reclutas chinos y vietnamitas conocidos como los Banderas Negras. Aunque luchaban en inferioridad tecnológica, el general 刘永福 Liú Yǒngfú optó por maximizar el daño que podía realizar a las tropas francesas defendiendo posiciones seguras, asestando grandes golpes y retirándose a la carrera hasta el siguiente punto fortificado antes de sufrir grandes bajas. Esto mermó los números franceses, pero no les impidió avanzar y conquistar ciudades vietnamitas. El general Négrier confiaba en que esta especie de táctica de guerrilla planteada por su contraparte china no pudiera mantenerse indefinidamente en el tiempo y que le permitiera conseguir sus objetivos con relativas pocas bajas, al menos en comparación con las que esperaba en grandes batallas a campo abierto. No obstante, no sabía que se estaba dirigiendo, como siguiendo migas de pan, a una gran trampa construida por dos de los más grandes generales de China: 刘永福 Liú Yǒngfú y 冯子材 Féng Zǐcái.

La puerta de China

Desde antes del inicio del conflicto con China, cuando las tropas francesas comenzaron su campaña de invasión de Vietnam, el general 刘永福 Liú Yǒngfú, que era un mercenario al servicio de la casa real vietnamita, comenzó a informar sobre el conflicto a la corte imperial china. Esto se debía a que, al principio del conflicto, Vietnam era un protectorado chino y el general mercenario debía coordinarse con las tropas chinas apostadas en territorio vietnamita, pero también porque tras la creación de la Colonia francesa de la Conchinchina, 刘永福 Liú Yǒngfú comenzó a sospechar que, en su intento de dominar las rutas comerciales entre China y Vietnam, las tropas francesas podrían intentar cruzar al Imperio.

Las tropas imperiales chinas en territorio vietnamita, en su mayoría anticuadas, sufrieron terribles derrotas a manos francesas, lo que reafirmó la confianza del general Négrier en la victoria sobre China. No obstante, estas tropas no habían sido designadas para plantear grandes batallas contra tropas francesas modernas, sino para realizar sencillas tareas de defensa y patrullaje. Mientras las tropas francesas avanzaban en rumbo Norte, la corte imperial china concentraba sus esfuerzos militares reales en el paso de 镇南 Zhèn nán, una gran puerta y murallas fortificadas construidas durante la dinastía 明 Míng (1368-1644 e.c.) para indicar la frontera entre los dos países. 

En 1885, el general 冯子材 Féng Zǐcái fue enviado al paso de 镇南 Zhèn nán para organizar la defensa de la frontera. El anciano general de 67 años era un héroe de la victoria sobre el 太平天国 Tàipíng tiān guó, Reino Celestial de la Gran Paz (1851-1864), que casi había acabado con la dinastía 清 Qīng. A pesar de contar con una avanzada edad para un militar chino de aquella época, se mantenía fuerte como un joven gracias al continuo cultivo de la práctica de artes marciales chinas y seguía teniendo una mente militar aguda gracias a la lectura y el juego 围棋 wéi qí (Go), un complejo juego de estrategia cuyo objetivo es rodear al enemigo con las fichas propias. 

Dos de las pocas fotografías del general 冯子材 Féng Zǐcái. A izquierda vistiendo su traje para la práctica de artes marciales, a derecha, su armadura de general imperial, la misma utilizada en 1885.

Tradición o modernización

Al llegar al paso, el general 冯子材 Féng Zǐcái descubrió las terribles carencias con las que contaba. La antigua muralla se mantenía imponentemente en pie en un paso de montañas estrecho perfecto para contener al enemigo, pero era la única estructura defensiva que se interponía entre China y las tropas de invasión. Si por alguna fortuna las tropas francesas consiguieran una victoria en ese punto estrecho, tal vez aprovechando el intenso bombardeo napoleónico de sus cañones de larga distancia a los que no podrían responder, sería prácticamente imposible detener el avance sobre territorio chino.

Por otro lado, 冯子材 Féng Zǐcái contaba con algunas tropas relativamente modernas, pero el grueso de sus soldados de élite eran antiguas unidades sin gran experiencia que se valían principalmente de las armas cuerpo a cuerpo, apoyados por algunas antiguas armas de pólvora. 冯子材 Féng Zǐcái, que tenía ya sus años, era un fiel defensor de la tradición. En su experiencia, las armas de fuego eran muy delicadas y podían fallar con gran facilidad: bastaba una lluvia para dejarlas inútiles y a veces la puntería y la velocidad de recarga era incomparable con la de un arquero o ballestero experto. Sin embargo, sabía que se encontraba en una época de cambios, y ya podía ver en sus jóvenes hijos cómo la modernización había irrumpido en China para quedarse. Por esta razón, cuando el gran funcionario modernizador 张之洞 Zhāng Zhīdòng (1837-1909) lo visitó para asegurarse de transmitir en persona al emperador las necesidades de las tropas, 冯子材 Féng Zǐcái no dudó en pedir armamento moderno comprado en el extranjero para equipar a sus tropas. 

Representación de la famosa reunión entre el general 冯子材 Féng Zǐcái y el funcionario 张之洞 Zhāng Zhīdòng en la película 张之洞 Zhāng Zhīdòng (2022).

Todos los refuerzos

Además de recibir soldados y equipamiento, el general 冯子材 Féng Zǐcái lanzó una campaña para conseguir reclutas entre los locales. Aunque al comienzo los campesinos locales no deseaban unirse a la defensa y muchos contemplaron la posibilidad de huir, tras ver las marchas de refugiados chinos y vietnamitas que cruzaban el paso para huir de la guerra y escuchar las terribles historias sobre fuertes soldados africanos a los que se les permitía matar, robar y violar libremente en los pueblos vietnamitas, muchos locales y algunos refugiados se unieron a las filas de 冯子材 Féng Zǐcái. 

Escena de una matanza francesa en Vientam en la película 龙之战 Lóng zhī zhàn, La guerra del dragón (2017).

El viejo general chino incluso visitó antiguas amistades y adinerados terratenientes para conseguir apoyo económico y militar. Bajo un negro estandarte con un lobo, agrupó incluso a criminales y asaltantes de caminos, a los que perdonó sus fechorías a cambio de unirse a las tropas de reclutas para luchar por el Imperio. 

La experiencia de milenios

Tras explorar el terreno vietnamita frente al mítico paso, 冯子材 Féng Zǐcái determinó que había al menos otros dos pasos estrechos que las tropas francesas se verían forzadas a cruzar y que eran puntos ideales para la fortificación. Así, utilizando tropas imperiales y reclutas, ordenó la construcción de dos líneas fortificadas. Utilizando troncos de madera local y tierra apisonada, se construyeron dos grandes muros que impedían el paso. Cuando el general Négrier llegó a la región no solo se desconcertó por encontrar una doble línea de fortificación que no figuraba en los viejos mapas con los que contaba, sino que se sorprendió por lo rudimentario de los muros. Con su aspecto tosco, con troncos mal cortados y tierra apisonada, las murallas inspiraban cualquier cosa menos el poder y majestuosidad de la famosa 长城Cháng chéng, Gran Muralla China; más bien parecía la desesperada construcción de campesinos sin experiencia. No obstante, aunque el general Négrier era un hombre amante de la historia, conocía muy poco sobre la historia de las propias armas que pretendía utilizar. 

Las tropas construyen muros de madera y tierra en la película 龙之战 Lóng zhī zhàn, La guerra del dragón (2017)

Los cañones franceses, famosos desde las Guerras napoleónicas por su gran potencia de fuego y distancia, eran una versión modificada de un arma inventada en China siglos atrás. De hecho, la invención de los cañones en China supuso toda una revolución, porque las antiguas murallas de piedra dejaron de suponer una barrera infranqueable para los ejércitos. En respuesta, los ingenieros chinos modificaron la estructura de los muros, haciéndolos mucho más anchos y rellenándolos muchas veces con tierra apisonada. Cuando una bala de cañón impactaba contra los nuevos muros, en lugar de caer abriendo una brecha, el proyectil se incrustaba en la pared, causando daños mínimos a la estructura. Cuando la fortificación no era permanente o no se contaba con suficientes recursos, los muros de madera y tierra apisonada cumplían el mismo papel: en lugar de caer frente a los repetidos impactos, la madera se astillaba amortiguando el impacto y los proyectiles se clavaban en la tierra, casi reforzando la estructura. De hecho, la famosa bombarda turca o cañón de los Dardanelos utilizado para derribar los famosos muros de Constantinopla en 1453 habría supuesto poca cosa para la mayoría de los muros chinos, a veces menos altos, pero mucho más anchos y preparados para recibir múltiples impactos de la artillería enemiga. 

Aspecto del paso de 镇南 Zhèn nán en la actualidad, la puerta de una muralla diseñada para resistir intensos bombardeos de artillería.

Derrotarse a sí mismo (1)

En lugar de confiar en la superioridad numérica y en la calidad de sus armas y posiciones defensivas, el general 冯子材 Féng Zǐcái se centró en sus debilidades. Aunque para aquellos entonces se estaba produciendo modernos cañones en el Norte de China, en marzo de 1885, cuando las tropas francesas comenzaron a ser visibles en la distancia, todos los cañones modernos eran destinados al Norte, donde la amenaza de invasiones de Rusia y Japón podían poner en jaque al gobierno imperial. Las tropas contaban con antiguos cañones que, aunque viejos y confiables, no contaban con todas las ventajas de los cañones franceses, como la velocidad de recarga y sobre todo el radio de acción. Como ya había mostrado en batallas en Vietnam, la artillería francesa podía limitarse a buscar una posición de ventaja desde la que disparar cómodamente y acabar con las defensas. Tal vez no podrían derribar a cañonazos los muros, pero podían cubrir sus tropas hasta los mismos o acabar con todos los defensores sobre las murallas.

El grueso de las armas de fuego de las tropas chinas tenía un radio de acción inferior a las armas francesas. Solo unos pocos rifles modernos recientemente comprados y algunas armas de los Banderas Negras podían estar cerca de la potencia de fuego francesa. La munición tampoco era mucha y, en un prolongado intercambio de fuego, podían correr el riesgo de quedarse sin munición, mientras las tropas francesas eran reabastecidas a través de Vietnam. Por esta razón, además de los muros, se construyeron trincheras frente a ellos, profundos canales de tierra por los que los soldados podían correr, esconderse, reposicionarse y refugiarse. Las trincheras no eran la principal línea de defensa y eran algo poco utilizado en la guerra de aquellos tiempos, pero el general 冯子材 Féng Zǐcái supo ver el potencial de un soldado escondido bajo el nivel del suelo y asomando solo una ínfima parte superior de su cuerpo para disparar. Además, muchas de estas líneas de trincheras se ocultaron con vegetación, para que no fueran detectadas. De esta forma, cuando la artillería se posicionara para atacar los muros a la mayor distancia posible, los cañones chinos podrían sorprenderlos saliendo de trincheras escondidas a pocos metros de distancia. Por otro lado, si las tropas de infantería intentaban escalar los muros, primero las tropas chinas podrían sorprenderlos a escasos metros de distancias con rifles inferiores y ballestas, o incluso lanzar una carga de combate cuerpo a cuerpo sin necesidad de correr por el campo abierto bajo el fuego francés. De hecho, con espadas y lanzas, las tropas de 冯子材 Féng Zǐcái eran superiores a las bayonetas francesas en combate cuerpo a cuerpo, por lo que se buscaría plantear este tipo de enfrentamientos sorpresivos. 

En la película 龙之战 Lóng zhī zhàn, La guerra del dragón (2017) el general 冯子材 Féng Zǐcái espera oculto en una trinchera junto a sus hombres para lanzarse a un combate cuerpo a cuerpo contra las tropas francesas.

Marchando a la victoria sobre el ataúd

Con materiales limitados, la defensa planteada por el general 冯子材 Féng Zǐcái era todo lo perfecta que podía ser. Utilizando armas antiguas, reclutas sin experiencia y un poco de madera y tierra, las tropas del estandarte del lobo negro y los Banderas Negras replegados sobre la frontera estaban dispuestos a morir antes que dejar pasar a las tropas enemigas. De hecho, 冯子材 Féng Zǐcái sabía que sus dos líneas frontales de tierra caerían eventualmente y ordenó a sus hombres no retirarse y, a los que defendían las líneas traseras, disparar a cualquier soldado chino o vietnamita que intentara replegarse. 冯子材 Féng Zǐcái era un hombre del frente de batalla, y en lugar de quedarse cómodamente sentado tras la imponente puerta 明 Míng, se posicionó en una de las trincheras frontales con su antiguo rifle y su espada de general imperial. Para mostrar su compromiso y su inexistente miedo a la muerte, cargó consigo al frente de batalla un ataúd. Si producto de la defensa caía en combate, estaba preparado para ser enterrado allí mismo para continuar defendiendo eternamente la frontera de su país. 

El general 冯子材 Féng Zǐcái presentando su ataúd a las tropas en la película 龙之战 Lóng zhī zhàn, La guerra del dragón (2017)

(1) Este título es una pequeña referencia al capítulo 15 del 世说新语 Shì shuō xīn yǔ, Nuevos relatos de los discursos del mundo, compilado y redactado por 刘义庆 Liú Yìqìng (403-444 e.c.):  Vencer tigres, dragones y a sí mismo.

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2 comentarios

  1. Emocionante. Marchar con el ataud.

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    1. Es un gran ejemplo de los héroes de la China moderna, su convicción en la importancia de la defensa nacional era mayor que cualquier otra cosa. Estuvieron dispuestos a dar la vida y muchos, como algunos hijos, amigos y compañeros del propio general 冯子材 Féng Zǐcái, perecieron por este objetivo, pero a lo largo de décadas consiguieron su objetivo. En un próximo artículo veremos lo que ocurrió con el general 冯子材 Féng Zǐcái y la frontera que le asignaron defender, probablemente ni él mismo sabía que conseguiría sus objetivos con creces.

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