" Acoso callejero en el Siglo XVII

Acoso callejero en el Siglo XVII

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Quienes sean lectores habituales de China desde el Sur sabrán que los relatos fantásticos y extraños son un elemento constante dentro de la cultura china, y que ya hemos traducido muchos de ellos, sobre todo de 聊斋志异 Liáo zhāi zhì yì, Extrañas conversaciones en el estudio, escrita por 蒲松龄 Pú Sōnglíng (1640-1715). Esta obra tiene un antecedente mucho más antiguo, 干宝 Gān Bǎo (fallecido en 336 e.c.) en su libro《搜神记》Sōu shén jì, En búsqueda de lo sobrenatural. 

蒲松龄 Pú Sōnglíng narra historias que mezclan lo verosímil y cotidiano con lo fantástico, y al leer sus relatos nos enteramos de detalles de la vida cotidiana en la China de su época y a la vez de aquello que podía ser considerado verosímil e interesante. En este caso, un hombre que acosa a una jovencita que resulta ser una deidad termina ciego. Tanto a partir de la historia como por su comentario final, vemos que el acoso callejero ya era un problema en esa época. Dada la naturaleza fantástica del relato, quizás se sorprendan de que nos haya llamado la atención algo tan poco sobrenatural como el acoso callejero, pero ¿qué es más raro, que unos seres diminutos habiten en nuestros ojos o que en el siglo XXI todavía siga ocurriendo el tipo de acoso que leeremos en este relato?

ǔ

Las palabras de la gente de las pupilas

Cháng'ān shì Fāng Dòng, pō yǒu cái míng, ér tiāo tuō bù chí yí jié. Měi mò shàng jiàn yóu nǚ, zhé qīng bó wěi zhuì zhī.

Cháng'ān llamado Fāng Dòng, que era bastante famoso por su talento, pero era frívolo y no guardaba los modales. Cada vez que veía que pasaba alguna mujer por el camino, entonces, de un modo irrespetuoso, la seguía.

Qīng míng qián yī rì, ǒu bù jiāo guō, jiàn yī xiǎo chē, zhū fú xiù xiǎn, qīng yī shù bèi, kuǎn duàn yǐ cóng.

Qīngmíng, estaba caminando por las afueras del muro de la ciudad cuando vio un pequeño carro, con rojas cortinas bordadas. Algunas jóvenes servidoras la seguían a corta distancia.

Nèi yī bì, chéng xiǎo sì, róng sè jué měi, shāo shāo jìn chān zhī, jiàn chē màn dòng kāi, nèi zuò èr bā nǚ láng, hóng zhuāng yàn lì, yóu shēng píng suǒ wèi dǔ, mù xuàn shén duó, zhān liàn fú shě, huò xiān huò hòu, cóng chí shù lǐ.

lǐ siguiéndolas.

Hū wén nǚ láng hū bì jìn chē cè, yuē: “Wèi wǒ chuí lián xià! Hé chù fēng kuáng ér láng, pín lái kuī zhān?”

De repente escuchó que la joven llamaba a una servidora que estaba cerca del carro y le decía:"¡Bájame la cortina! ¿De dónde es ese joven alocado que a cada rato me espía?"

Bì nǎi xià lián, nù gù shēng yuē: “Cǐ fú róng chéng qī láng zǐ xīn fù guī níng, fēi tóng tián shè niáng zǐ, fàng jiào xiù cái hú qù.” Yán yǐ, jū zhé tǔ yáng shēng, shēng mī mù bù kě kāi.

La servidora bajó la cortina y mirándolo enfadada dijo: "Esta es la recientemente casada con el Séptimo Señor de la Ciudad del Hibisco, que visita a sus padres. No es una muchacha del campo que alguien que pasó los exámenes imperiales pueda mirar." Luego de hablar, tomó tierra del surco de las ruedas y se las arrojó. Él quedó con los ojos enceguecidos y no pudo abrirlos.

Cái yī shì shì, chē mǎ yǐ miǎo, jīng yí ér fǎn; jué mù zhōng bù kuài, qìng rén qǐ jiǎn bō shì, zé jīng shàng shēng xiǎo yì, jīng sù yì jù, lèi sù sù bù dé zhǐ.

Se los frotó inmediatamente para mirar, pero el carro y los caballos no se veían. Sorprendido y confuso, regresó a su casa. Al ver que sus ojos finalmente no estaban bien, le pidió a alguien que levantara sus párpados para mirar, y sobre sus pupilas estaba creciendo una pequeña catarata, que a la noche se volvió más severa y las lágrimas le caían sin cesar.

Yì jiàn dà, shù rì hòu rú qián, yòu jīng qǐ xuán luó, bǎi yào wú xiào. Ào mèn yù jué, pō sī zì chàn huǐ.

La catarata creció gradualmente y luego de algunos días era gruesa como una moneda. En la pupila derecha creció un espiral y una gran cantidad de remedios fueron inefectivos. Molesto y triste se desanimó y al pensar en sí mismo se arrepintió.

Wén “guāng míng jīng” néng jiě è, chí yī juàn, měi rén jiào sòng. Chū yóu fán  zào, jiǔ jiàn zì ān, dàn wǎn wú shì, wéi fū zuò niǎn zhū, chí zhī yī nián, wàn yuán jù jìng.

Hū wén yòu mù zhōng, xiǎo yǔ rú yíng yuē: “Hēi qī shì, pǒ nài shā rén.” Zuǒ mù zhōng yīng yuē: “Kě tóng xiǎo áo yóu, chū cǐ mèn qì.”

De repente en medio de su ojo derecho escuchó una voz pequeña como de una mosca: "Una oscuridad tal no se puede soportar, mataría a alguien." En medio del ojo izquierdo respondieron: "Podemos juntos abrirnos un pequeño camino para salir de este aire viciado."

Jiàn jué liǎng bí zhōng, rú rú zuò yǎng, shì yǒu wù chū, lí kǒng ér qù, jiǔ zhī nǎi fǎn, fù zì bí rù. Kuàng zhōng yòu yán yuē: “Xǔ shí bù kuī yuán tíng, zhēn zhū lán jù kū jí sǐ.”

Sintió que gradualmente en medio de los dos orificios de la nariz un serpenteo que le provocó picazón, como si hubiera algo que salía y que tras apartarse del orificio se marchara. Después de un tiempo retornó y volvió a meterse por la nariz. En medio de las órbitas oculares volvió a escuchar: "Hace un tiempo que no hecho una mirada al jardín; las orquídeas perla se han secado y están a punto de morir."

Shēng sù xǐ xiāng lán, yuán zhōng duō zhòng zhí, rì cháng guàn gài, zì shī míng, jiǔ zhì bù wèn. Hū wén qí yán, jù wèn qī: “Lán huā hé shǐ qiáo cuì sǐ?”

A él le gustaban mucho estas orquídeas, las había plantado en su jardín y día a día a menudo las regaba. Desde que había perdido la vista, hace tiempo que no preguntaba por ellas. De repente, al escuchar estas palabras le preguntó a continuación a su esposa: "¿Por qué las orquídeas se han secado y han muerto?"

Qī jié qí suǒ zì zhī, gào zhī gù, qī qū yàn zhī, huā guǒ gǎo yǐ, dà yì zhī.

Su esposa le preguntó cómo lo sabía y él le contó por qué. Su esposa se apresuró a examinarlas y las flores se habían secado efectivamente, lo cual le pareció muy extraño.

Jìng nì fáng zhōng, jiàn yǒu xiǎo rén zì shēng bí nèi chū, dà bù jí dòu, yíng yíng rán jìng chū mén qù, jiàn yuǎn, suì mí suǒ zài, é lián bì guī, fēi shàng miàn, rú fēng yǐ zhī tóu xué zhě, rú cǐ èr sān rì.

En silencio se escondió en la habitación y vio que había unas personas pequeñas que salían de la nariz de él y que no eran más grandes que un frijol. Se movieron con un sonido susurrante hasta la puerta y salieron, alejándose gradualmente, hasta que no se pudo verlos. Muy pronto volvieron tomados de los brazos y volaron hasta su rostro, como abejas u hormigas que buscan refugio en sus colmenas, y así ocurrió dos o tres días.

Yòu wén zuǒ yán yuē: “Suì dào yū, hái wǎng fēi suǒ shén biàn, bù rú zì qǐ mén.” Yòu yīng yún: “Wǒ bì zi hòu, dà bù yì.” Zuǒ yuē: “Wǒ shì pì, dé yǔ ér jù.”

De nuevo escuchó estas palabras en el oído izquierdo: "Ir por este túnel no es tan práctico como abrir una puerta desde aquí." A la derecha dijeron: "Mi pared es gruesa, no es nada fácil." A la izquierda dijeron: "Voy a probar de abrirlo, y conseguirlo contigo."

Suì jué zuǒ kuàng nèi, yǐn shì zhuā liè, yǒu qǐng, kāi shì, huō jiàn jī wù. Xǐ gào qī, qī shěn zhī, zé zhī mó pò xiǎo qiào, hēi jīng yíng yíng, rú pò jiāo.

Entonces sintió dentro del globo ocular izquierdo como rasguños y rasgaduras. Un momento después se abrió su visión y vio las cosas en la mesa. Muy contento se lo dijo a su esposa. Ella lo examinó y en la membrana se había abierto un pequeño agujero y la negra pupila brillaba, como una semilla de pimienta quebrada.

Yuè yī sù, zhàng jǐn xiāo, xì shì, jìng zhòng tóng yě; dàn yòu mù xuán luó rú gù, nǎi zhī liǎng tóng rén hé jū yī kuàng yǐ. Shēng suī yī mù miǎo, ér jiào zhī shuāng mù zhě, shū gèng liǎo liǎo. Yóu shì yì zì jiǎn shù, xiāng zhōng chēng shèng dé yān.

Pasada esa noche, la obstrucción había desaparecido completamente. Al observarlo cuidadosamente, la pupila en verdad se veía nuevamente. Pero en el ojo derecho la espiral estaba como antes y entonces supieron que la gente de ambas pupilas habitaban en el mismo globo ocular. Todavía tenía un ojo bloqueado, pero miraba mejor que con dos ojos. Con esta característica veía más claramente. Por esta ventaja se examinaba y dominaba a sí mismo y todos en la aldea alababan su calidad moral.

Yì shǐ shì yuē: Xiāng yǒu shì rén, xié èr yǒu yú tú, yáo jiàn shào fù, kòng lǘ chū qí qián, xì ér yín yuē: “Yǒu měi rén xī,” gù èr yǒu yuē: “Qū zhī.”

El que escribe estas historias extrañas dice: "En una aldea había un erudito que estaba en el camino con dos amigos y encontraron una joven que conducía un burro delante de ellos, y bromeando gritó: "¡Hay una belleza!" Se volvió a sus dos amigos y dijo: "Apresurémonos hacia ella."

Xiāng yǔ xiào chěng. É zhuī jí, nǎi qí zi fù, xīn nǎn qì sàng, mò bù fù yán, yǒu wěi wéi bù zhī yě zhě, píng zhì shū xiè.

Se rieron juntos galopando y pronto la alcanzaron: era la esposa de su hijo. Se sintió enrojecido de la vergüenza y perdido, guardó silencio y no volvió a hablar. Los amigos simularon no conocerla y hablaron de un modo especialmente obsceno.

Shì rén niǔ ní, chī chī ér yán yuē: “Cǐ zhǎng nán fù yě,” gè yǐn xiào ér bà. Qīng bó zhě, wǎng wǎng zì wǔ, liáng kě xiào yě. Zhì yú mī mù shī míng, yòu guǐ shén zhī cǎn bào yǐ.

El erudito, apenado, dijo tartamudeando estas palabras: "Es la esposa de mi hijo mayor." Todos escondieron una sonrisa y cesaron. Los que son frívolos, a menudo se avergüenzan a sí mismos de una manera ridícula. Llegar a nublarle los ojos hasta perder la vista es una trágica retribución de los dioses.

Fú róng chéng zhǔ, bù zhī hé shén, qǐ pú sà xiàn shēn yé? Rán xiǎo láng jūn shēng pì mén hù, guǐ shén suī è, yì hé cháng bù xǔ rén zì xīn zāi.

No sabemos qué divinidad es el Señor de la Ciudad del Hibisco. ¿Será acaso una aparición física de la Bodhisattva? Las pequeñas personas que abrieron la puerta y las divinidades, aunque puedan ser malas, ¿no permiten también que las personas se renueven?

- Un libro de cuentos extraños y sobrenaturales (contiene la presentación de la obra y el cuento 《耳中人》Ěr zhōng rén, La persona en medio del oído 

-《鬼哭》Guǐ gū, "Los fantasmas sollozantes"

- 《画皮》 Huà pí, "La piel pintada"

-《堪舆》Kān yú, "Geomancia"

-《考城隍》Kǎo chéng huáng, "Examen de candidato a dios de la ciudad" 

- 《崂山道士》 Láo shān dào shì, "El monje del Monte Láo"  

- 《罗祖》 Luó Zǔ (Alcanzar la iluminación por medio de una infidelidad)

- 《鸟语》 Niǎo yǔ, "El lenguaje de las aves" 

- 《蛇人》 Shé rén, "El encantador de serpientes"

- 《水莽草》 Shuǐ mǎng cǎo, El anís estrellado acuático

- 《佟客》 Tóng kè, El viajero Tóng  (El arte de la espada requiere un corazón leal)

- 《偷桃》 Tōu táo El ladrón de duraznos

- Un cuento de terror. 《尸变》Shī biàn, La transformación de un cadáver

- 《叶生》 Yè shēng, "El señor Yè"

- 《赵城虎》 Zhào chéng hǔ, El tigre de Zhàochéng   

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