Dentro del campo filosófico chino, la filosofía política ha ocupado siempre un lugar muy destacado y desde la Antigüedad encontramos reflexiones complejas que tienen en cuenta la necesidad de reflexionar sobre cuestiones sutiles y que mezclan consideraciones de antropología psicológica, psicología y política. En el texto que leeremos, se analiza con cuidado la estrategia de los manipuladores y se muestra cuál es el mecanismo por el cual consiguen que se confíe en ellos y se les da así carta blanca para actuar, en detrimento incluso de las personas decentes.
Una de las corrientes filosóficas más destacadas de la época preHàn, 法家 Fă jiā, el legalismo, además de centrar su atención en la necesidad de fortalecer la economía y procurar por este medio conseguir un ejército poderoso, analizó con detenimiento los juegos de poder en el interior de los reinos. Así como en el Libro XII trata de los peligros que entraña la persuasión de los gobernantes, en el Libro XIV también advierte a los gobernantes acerca de los peligros de sus consejeros y ministros. Busca enseñar al soberano a dudar de los ministros que siempre coinciden con todos sus pareceres. El problema que advierte el texto es que esta coincidencia en lo que se acepta y lo que se rechaza edifica la confianza y vuelve difícil posteriormente que se adviertan las faltas. Suele ser el modus operandi de los traidores, y por este medio los ministros malvados adquieren poder sobre el gobernante.
《韩非·奸劫弑臣》
Hán fēi·Jiān jié shì chén
Ministros traidores, ladrones y asesinos
凡奸臣皆欲顺人主之心以取亲幸之势者也。
Fán jiān chén jiē yù shùn rén zhǔ zhī xīn yǐ qǔ qīn xìng zhī shì zhě yě.
En general todos los ministros traidores están de acuerdo con las ideas del gobernante para conseguir la posición influyente de la cercanía y el favor.
是以主有所善,臣从而誉之;主有所憎,臣因而毁之。
Shì yǐ zhǔ yǒu suǒ shàn, chén cóng ér yù zhī; zhǔ yǒu suǒ zēng, chén yīn ér huǐ zhī.
Esta es la razón por la cual aquello que el soberano aprecia, los ministros lo ensalzan y aquello que el soberano detesta los ministros lo defenestran.
凡人之大体,取舍同者则相是也,取舍异者则相非也。
Fán rén zhī dà tǐ, qǔ shě tóng zhě zé xiāng shì yě, qǔ shě yì zhě zé xiāng fēi yě.
La gran mayoría de las personas corrientes aceptan lo que es similar a sus preferencias y rechazan lo que es diferente de sus preferencias.
今人臣之所誉者,人主之所是也,此之谓同取。人臣之所毁者,人主之所非也,此之谓同舍。
Jīn rén chén zhī suǒ yù zhě, rén zhǔ zhī suǒ shì yě, cǐ zhī wèi tóng qǔ. Rén chén zhī suǒ huǐ zhě, rén zhǔ zhī suǒ fēi yě, cǐ zhī wèi tóng shě.
Ahora que los ministros ensalcen lo que el soberano considera correcto, a esto se lo llama "coincidencia en la aceptación". Que los ministros defenestren lo que el soberano considera incorrecto, esto es llamado "coincidencia en el rechazo."
夫取舍合而相与逆者,未尝闻也,此人臣之所以取信幸之道也。
Fū qǔ shě hé ér xiāng yǔ nì zhě, wèi cháng wén yě, cǐ rén chén zhī suǒ yǐ qǔ xìn xìng zhī dào yě.
No se escucha que los que acuerdan en aceptación y rechazo se opongan mutuamente. Este es el camino por el cual los ministros obtienen la confianza y el favor.
夫奸臣得乘信幸之势以毁誉进退群臣者,人主非有术数以御之也,非参验以审之也,必将以曩之合己信今之言,此幸臣之所以得欺主成私者也。
Fū jiān chén dé chéng xìn xìng zhī shì yǐ huǐ yù jìn tuì qún chén zhě, rén zhǔ fēi yǒu shù shù yǐ yù zhī yě, fēi cān yàn yǐ shěn zhī yě, bì jiāng yǐ nǎng zhī hé jǐ xìn jīn zhī yán, cǐ xìng chén zhī suǒ yǐ dé qī zhǔ chéng sī zhě yě.
Si los ministros traidores se apoyan en el poder de la confianza y el favor para defenestrar o ensalzar la promoción o despido del grupo de ministros, los soberanos no tienen ni arte ni medida para oponerse, ni experiencia para investigarlo, e inevitablemente, en base a los acuerdos anteriores confían ahora en las palabras actuales, y estos ministros favorecidos se valen de esto para traicionar al soberano en función de sus intereses egoístas.
故主必欺于上,而臣必重于下矣,此之谓擅主之臣。
Gù zhǔ bì qī yú shàng, ér chén bì zhòng yú xià yǐ, cǐ zhī wèi shàn zhǔ zhī chén.
Por esto que hemos dicho antes los soberanos son necesariamente engañados y los ministros traidores por lo que diremos a continuación son necesariamente poderosos. A estos se lo llama "ministros que manipulan al soberano".
国有擅主之臣,则群下不得尽其智力以陈其忠,百官之吏不得奉法以致其功矣。
Guó yǒu shàn zhǔ zhī chén, zé qún xià bù dé jìn qí zhì lì yǐ chén qí zhōng, bǎi guān zhī lì bù dé fèng fǎ yǐ zhì qí gōng yǐ.
Si un reino tiene ministros que manipulan al soberano, entonces, los consejeros no se esforzarán con su sabiduría y poder para mostrar su lealtad, y la multitud de oficiales no ensalzará la ley para alcanzar el éxito.
Encontramos en el texto, entonces, dos argumentos para dudar de los ministros que siempre coinciden con las opiniones del gobernante:
1) se genera una confianza de parte del gobernante que impide valorar adecuadamente los defectos de los aduladores. La coincidencia con las opiniones funcionaría como una especie de sesgo que conduciría a acordar con cualquier cosa que digan los aduladores. Se valorará a quienes ellos valoren y se criticará a quienes ellos critiquen.
2) los funcionarios honestos dejarán de esforzarse en seguir la ley y mostrar sus méritos, porque los cargos no se consiguen por esto, sino que dependen del favor de los aduladores.
Todo esto forma parte de una visión realista y crítica de la naturaleza humana, que lleva a aconsejar al soberano la desconfianza. No es una postura escéptica, en el texto no se duda de la existencia de personas capaces u honestas, pero aconseja desconfiar de las apariencias e intentar ver más allá. Al legalismo no le interesa el poder por el poder mismo sino la preservación del reino y para esto el soberano no debe ser ingenuo.
Bauer, Wolfgang (2009), Historia de la filosofía china. Confucianismo. Taoísmo. Budismo, Barcelona, Herder, cap. VII
Cheng, Anne (2003) Historia del pensamiento chino, Barcelona, Bellaterra, cap. IX
Feng, Youlan (1989), Breve historia de la filosofía china, Beijing, Ediciones de Lenguas Extranjeras, cap. XIV
Graham, Angus (1989), Disputers of the Tao: Philosophical Argument in Ancient China, La Salle, III.: Open Court Press (trad. cast. Graham, A. (2012) El Dao en disputa. La argumentación filosófica en la China antigua, México, FCE)
南
Impecable el texto en mostrar claramente las maniobras de manipulación de los traidores. Hoy podríamos cambiar los personajes aunque la estrategia para convertir al soberano en un "títere" es similar: hoy, en vez de los ministros, estos son representados por las corporaciones hegemónicas( en Occidente)que parasitan y manipulan al estado debilitando su soberanía. China, con su Impecable sistema representativo logra poner freno a los intereses espurios de las corporaciones. Admirable, en verdad!
ResponderEliminarY es muy sorprendente lo temprano en la historia de China que comenzaron a cuestionarse estas cuestiones. Este tipo de reflexiones siempre estarán de actualidad, porque siempre hay que estar atento a este tipo de personajes.
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