" El surgimiento de un reino teórico

El surgimiento de un reino teórico

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Entre los años 1836 y 1837, un joven llamado 洪仁坤 Hóng Rénkūn (1814-1864) se encontraba en la ciudad de 广州 Guǎngzhōu preparándose para rendir los exámenes imperiales. Un misionero extranjero le regaló una pequeña colección de libros sobre protestantismo escritas por 梁发 Liáng Fā (1789-1855), uno de los primeros chinos protestantes. Ni el misionario ni el propio 洪仁坤 Hóng Rénkūn lo sabían, pero la lectura de aquellas palabras despertaría un espíritu revolucionario en el joven aspirante a administrador imperial y lo llevaría a dirigir el primer gran levantamiento campesino de la historia moderna de China.

Traducción de las buenas palabras

El libro de 梁发 Liáng Fā, 劝世良言 Quàn shì liáng yán, Buenas palabras para exhortar a una época, mezclaba reflexiones del autor con pasajes traducidos de la Biblia. Estas citas bíblicas eran algunas de las primeras traducciones de la Biblia realizadas por un chino protestante. Al ser una de las primeras traducciones y no contar con una tradición de traducción y estudio del protestantismo, algunas frases podían dar lugar a una miríada de interpretaciones más variadas incluso que aquellas de las que había sido objeto la versión original.

En particular el término 天国 Tiān guǒ, "Reino Celestial" aparecía repetidas veces en la obra para referirse a dos conceptos diferentes. Por un lado, 梁发 Liáng Fā lo utilizaba para llamar al Reino de Dios, el lugar donde los siervos de Dios se dirigirían luego de su fallecimiento, pero también se utilizaba para llamar a los reinos cristianos de la Tierra, es decir, los estados que tomaban al cristianismo como su religión principal y guiaban sus decisiones en función de los textos bíblicos. Esta elección de traducción llevó a confusión a 洪仁坤 Hóng Rénkūn, que creyó que los textos cristianos explicaban que un reino que siguiera al cristianismo sería el reino divino de Dios en la Tierra, un lugar de paz y prosperidad.

El texto de 梁发 Liáng Fā también sugería que la llegada de un mesías no solo era un evento histórico del pasado, sino que se repetiría múltiples veces en el futuro, precedido siempre por una catástrofe. Aunque 洪仁坤 Hóng Rénkūn encontró estas palabras interesantes, decidió no darles mayor importancia, ya que se encontraba muy ocupado estudiando para los exámenes imperiales, donde su conocimiento sobre el protestantismo no sería evaluado. 

Celdas de examen, espacios individuales donde los candidatos rendían los exámenes imperiales. Fotografía de autor desconocido, tomada en 广州 Guǎngzhōu, 1873.

La gran depresión

En 1837, 洪仁坤 Hóng Rénkūn se presentó a los exámenes imperiales por tercera vez en su vida, con gran confianza en que por fin conseguiría aprobarlos. Grande fue su decepción al descubrir que había desaprobado nuevamente. La noticia devastó al joven 洪仁坤 Hóng Rénkūn, que cayó en una profunda depresión. Al volver a su casa, pidió perdón a sus padres por haber fallado y pasó días en cama sin levantarse, profundamente abatido. Todas las horas de estudio y toda la planificación de su vida habían caído en saco roto.

En su cama, 洪仁坤 Hóng Rénkūn entró en un estado psicótico en el que comenzó a tener extraños sueños y visiones. En ellas ascendía al cielo donde obtenía nuevos órganos internos, purificados, que representaban su renacimiento. Un hombre de aspecto sabio y venerable, con una larga barba dorada le entregaba insignias de la realeza y una espada, junto a la misión de eliminar a todos los seres malignos para reconducir al mundo hacia la verdadera enseñanza. En las alucinaciones, solía acompañarlo un extraño hombre de mediana edad que decía ser su hermano mayor, a pesar de que 洪仁坤 Hóng Rénkūn no tenía ningún hermano mayor fallecido o desaparecido. Cuando sus sueños y visiones terminaron, 洪仁坤 Hóng Rénkūn se despertó como una persona completamente diferente, alguien que se sentía santo y puro, con energías renovadas.

Víctima del sistema

Durante los siguientes 6 años, 洪仁坤 Hóng Rénkūn no dio mayor importancia a su experiencia a pesar de sentirse diferente. Pasó toda aquella época estudiando los clásicos chinos para presentarse nuevamente a los exámenes imperiales. A diferencia de las veces anteriores, ahora no se sentía presionado y tenía una mayor confianza en sí mismo. En 1843, volvió a presentarse a los exámenes imperiales y por cuarta vez volvió a desaprobar. Esta vez 洪仁坤 Hóng Rénkūn no se deprimió, culpó al sistema político por desaprobarlo. Sintiéndose una víctima de un gran sistema corrupto, volvió a su casa muy enojado y molesto, determinado a no volver a presentarse a los exámenes imperiales. 

Representación de los candidatos de los exámenes imperiales leyendo los resultados en la pared.
Pintura de 仇英 Qiú Yīng, año 1540.

La Guerra del Opio

Entre los años 1840 y 1842, la Primera Guerra del Opio había causado grandes estragos, especialmente en la ciudad de 广州 Guǎngzhōu, donde 洪仁坤 Hóng Rénkūn rendía los exámenes imperiales. En un distrito cercano a la casa de 洪仁坤 Hóng Rénkūn, había nacido un importante movimiento antibritánico, del que a su vez había surgido una milicia campesina. Los líderes de la milicia despreciaban a la familia imperial 清 Qīng por mostrarse débiles contra los invasores extranjeros.

El sentimiento de odio contra los extranjeros que habían matado a sus compañeros, incendiado las ciudades y provocado una crisis económica así como el sentimiento en contra de la dinastía 清 Qīng (1636-1912 e.c.), eran comunes en toda la región y probablemente se sumaron a la sensación de impotencia frente a los exámenes imperiales que sentía 洪仁坤 Hóng Rénkūn. 

Relieve de 三元里 Sān yuán lǐ, la primera milicia antibritánica, ubicada en la ciudad de 三元里 Sān yuán lǐ.

Desempolvar los libros

Luego de años sin leer los libros de 梁发 Liáng Fā, 洪仁坤 Hóng Rénkūn decidió desempolvarlos y releerlos. Esta nueva lectura, luego de tantos años, le permitió ver todo de forma completamente diferente. Los libros le sugerían que frente a la catástrofe que estaba ocurriendo en China era necesaria la llegada de un mesías que recondujera al imperio. Para 洪仁坤 Hóng Rénkūn el texto eran las palabras de Dios dirigidas hacia él. Rememoró los sueños y visiones que había tenido en 1837 y se convenció de que aquel hombre de barba dorada era el mismísimo Jehová y también de que aquel extraño hombre que decía ser su hermano era Jesucristo. Según aquellos sueños y visiones, él era el segundo hijo de Dios y hermano de Jesucristo.

Con su misión en claro, 洪仁坤 Hóng Rénkūn comenzó a pensar en la posibilidad de convertirse al protestantismo e iniciar la construcción de un 天国 Tiān guǒ, Reino Celestial, donde reinara la paz. Mientras estas ideas pasaban por su cabeza, las potencias extranjeras se encontraban presionando cada vez más al gobierno 清 Qīng para conseguir la firma de los primeros Tratados Desiguales, iniciando así el siglo de humillación y sentando las bases para futuros conflictos armados. Las catástrofes en China no había hecho más que empezar. 

Serie: Movimiento del Reino Celestial de la Gran Paz

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