Muchas veces las injusticias de los vencedores de una guerra dan paso al surgimiento de otra, como si no se hubiera aprendido la dura lección de que en una guerra no hay vencedores. Esto ocurrió entre la Primera y la Segunda Guerra del Opio, y entre esta última y los violentos acontecimientos que continuaron sacudiendo al país del Río Amarillo.
A pesar de haber pasado seis años desde la firma del Tratado desigual de 南京 Nánjīng, que puso fin a la Primera Guerra del Opio, los conflictos entre chinos y británicos no hacían más que ir en aumento. Según el tratado desigual, la ciudad portuaria de 广州 Guǎng zhōu, al sur de China, debía permitir el comercio y la residencia de británicos. Pero los residentes de la ciudad, indignados con el desigual tratado, se habían organizado en milicias populares y amenazaban con atacar a cualquier británico que intentara entrar en la ciudad. En 1848, los nuevos administradores de la ciudad decidieron intentar calmar el enojo popular contribuyendo a evitar la apertura de la ciudad.
Guardia imperial para los británicos
Al ver que 广州 Guǎng zhōu no se abría para los británicos, el Parlamento Británico decidió cambiar las autoridades encargadas de los asuntos con China. En 1848, designaron a George Bonham (1803-1863) como gobernador de 香港 Xiāng Gǎng (Hong Kong), ministro plenipotenciario y superintendente de comercio con China. Bonham provenía de una exitosa carrera en la Compañía de las Indias Orientales y había adquirido grandes conocimientos de cultura y tradiciones chinas durante su mandato como gobernador de Singapur.
En abril de 1848, Bonham pudo reunirse con 徐广缙 Xú Guǎngjìn (1797-1869), general del ejército de 广州 Guǎng zhōu, para discutir el asunto de la apertura de la ciudad. Bonham quería continuar con el plan de abrir la ciudad en 1849, pero 徐广缙 Xú Guǎngjìn recomendó abandonar ese plan debido a las amenazas de las milicias populares. 徐广缙 Xú Guǎngjìn aseguró que los enviados británicos podrían entrar en la ciudad para encargarse de sus asuntos, acompañados siempre por una guardia imperial que se encargaría de la seguridad.
El emperador escucha al pueblo
Un año más tarde, en abril de 1849, los administradores de 广州 Guǎng zhōu informaron a Bonham que el emperador había escuchado a los residentes de la ciudad y que no podía ignorar sus pedidos. Bonham intentó ser recibido por los administradores, pero todos sus pedidos de reunión fueron rechazados. Cuando las autoridades británicas visitaban la ciudad, los grupos de milicianos comenzaban un despliegue de marchas militares por toda la ciudad, de más de 100.000 personas. Cuando las cartas de Bonham dejaron de llegar a las oficinas imperiales, casi todos creyeron que la resistencia y las demostraciones de fuerza de las milicias habían conseguido intimidar a los británicos. Cuando el emperador 道光 Dào Guāng (1782-1850) recibió la noticia de que los británicos habían desistido de entrar en la ciudad, decidió premiar a los funcionarios de 广州 Guǎng zhōu con nuevos cargos de mayor rango.
Cartas a Gran Bretaña
Lo que en realidad estaba ocurriendo era que Bonham se encontraba pidiendo nuevas instrucciones a Gran Bretaña. Frente a la negativa de abrir la ciudad, el Secretario de Relaciones Exteriores Lord Palmerston (1784-1865) instruyó a Bonham para que enviara cartas directas a la capital, 北京 Běijīng, recordándoles “los errores que cometieron sus predecesores en 1839” y que "la paciencia que el gobierno británico ha mostrado hasta ahora surge, no de un sentido de debilidad, sino de la conciencia de fuerza superior. El gobierno británico sabe bien que, si la ocasión lo requiere, una fuerza militar sería capaz de destruir la ciudad de 广州 Guǎng zhōu, sin dejar una sola casa en pie, y así podría infligir un castigo sobre la gente de esa ciudad.” (1).
La muerte a las puertas
En 1850, el emperador 道光 Dào Guāng, que había abogado por la paz con los extranjeros y se había visto envuelto en la Primera Guerra del Opio, falleció a la edad de 68 años. El cargo de emperador fue asumido por su hijo de 20 años, 咸丰 Xián Fēng (1831-1861). El nuevo emperador tenía poca experiencia diplomática, así que los consejeros le sugirieron que hiciera llamar a la capital al ya famoso héroe de la Primera Guerra del Opio: 林则徐 Lín Zéxú (1785-1850). Desde el verano de 1849 林则徐 Lín Zéxú había comenzado a sufrir problemas de salud, pero decidió aceptar el llamado y viajar hacia la capital, aunque falleció en ruta el 22 de noviembre.
Monumento a 林则徐 Lín Zéxú en 虎门 Hǔmén. |
Una situación insostenible
El 1° de diciembre de 1850, estalló la 太平天国之乱 Tàipíng tiān guó zhī luàn, Rebelión Tàipíng (1850-1864) (2), un conflicto entre el Imperio 清 Qīng y un movimiento campesino que se había autoproclamado independiente. Para responder a este levantamiento popular contra los 清 Qīng, 徐广缙 Xú Guǎngjìn y sus tropas fueron movilizados. La administración de 广州 Guǎng zhōu quedó a cargo de 叶名琛 Yè Míngchēn (1807-1859), quien decidió cortar todo contacto con los británicos.
Como la situación no parecía prosperar, en 1852, el Parlamento Británico decidió desplazar a Bonham y colocar en su lugar a John Bowring (1792-1872). Al asumir el cargo comenzó a reclamar a las autoridades chinas la necesidad de una revisión y actualización del Tratado desigual de 南京 Nánjīng. Aunque el tratado original no lo contemplaba, el Tratado desigual de 虎门 Hǔmén (1843) especificaba que, si China otorgaba beneficios a otros países, estos debían aplicarse automáticamente a Gran Bretaña. Como los tratados firmados con Francia y Estados Unidos contemplaban una actualización luego de 12 años, Bowring exigía una revisión del Tratado desigual de 南京 Nánjīng. Además, deseaba que se permitiera la compra de tierras, se anularan los impuestos internos de comercio y se legalizara la venta de opio. Las autoridades chinas respondieron que modificaciones tan grandes al tratado original desvirtuarían el valor del tratado, por lo que rechazaron la revisión.
El barco británico
Luego de algunos años de extenuante intercambio de cartas y reuniones con funcionarios chinos, en 1856, Bowring escribió un informe al Parlamento Británico, recalcando la necesidad de enviar buques de guerra a las costas chinas para poder conseguir la firma de un nuevo tratado. Lo que ni Bowring, ni 叶名琛 Yè Míngchēn sabían, era que, en ese mismo momento, el barco británico que comenzaría la Segunda Guerra del Opio (1856-1860) ya se encontraba navegando las aguas chinas y, de hecho, sus permisos de circulación estaban caducados.
(1) Frases citadas por Immanuel C. Y. Hsü en The Rise of Modern China, Vol. 1. Oxford University Press, 2000.
(2) La Rebelión Tàipíng conforma un episodio tan importante de la historia reciente de China que, junto a la destrucción del opio de 1839 ordenada por 林则徐 Lín Zéxú, aparece representada en los relieves del Monumento a los Héroes del Pueblo en la plaza de 天安门 Tiān ān mén en 北京 Běijīng.
Serie: las Guerras del Opio
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