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La recepción del darwinismo social

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La teoría de Charles Darwin (1809-1882) de evolución por selección natural se demoró algunos años en arribar a China. Tanto tiempo que, cuando por fin desembarcó en el país amarillo, no lo hizo sola, sino que llegó acompañada por otra teoría que estaba muy en boga en esa época.

El darwinismo de las ciencias sociales

Una de las partes más oscuras de la teoría de Darwin fue la recepción que tuvo en los círculos sociológicos. Muchos investigadores comenzaron a ver paralelismos entre la competencia entre las especies por los recursos, y la competencia de los países por los recursos. Estas ideas derivaron en el nefasto darwinismo social, una teoría que dividía a los humanos en razas inferiores y superiores y sostenía la supremacía de una raza europea. En vida de Darwin, la teoría científica dominante sostenía que existen distintas razas de humanos (1), clasificados fundamentalmente por sus diferencias fenotípicas (de aspecto físico como el color de la piel o el tamaño de la nariz).

La recepción fuera de Europa

Mi lucha, un libro que promovía
ideas del darwinismo social.

Fuera de Europa, el darwinismo social tuvo diferentes recepciones. En algunos países se rechazó de plano, en general quienes la rechazaban eran personas que eran colocados como razas inferiores por la teoría, como ocurrió en algunos países africanos. En otros países llevó a que se buscara acentuar los rasgos de origen europeo, despreciando tradiciones regionales, como ocurrió en muchos países de Latinoamérica. Y en algunos otros países causó un efecto nefasto, porque personas que eran identificadas como inferiores buscaron a otro grupo de personas para identificarlas como razas inferiores a ellos, como hicieron los japoneses con el resto de los asiáticos (2).

Darwinismo social con características chinas

En China, la recepción del darwinismo social fue impresionante. Como se encontraban en pleno proceso de adquisición de nuevos conocimientos y como complementaban estas teorías importadas con las propias, el darwinismo social fue recibido con los brazos abiertos, como cualquier otra teoría aceptada por las comunidades científicas europeas. Los científicos chinos no contaban con una teoría sociológica principal, por lo que fue rápidamente estudiada, traducida y trabajada. Podría sorprender que los científicos chinos se sintieran atraídos por una teoría que les definía como una raza inferior, menos inteligente y refinada, que debía ser gobernada por una raza europea. Esta lectura fue la predominante en la época y se utilizó como fundamentación del colonialismo, incluso para invadir a China (3). Pero los científicos chinos interpretaron la teoría de otro modo. Ellos vieron en el darwinismo social la causa de las humillaciones que llevaba sufriendo China desde la Primera Guerra del Opio, y la teoría de Darwin tenía la solución.

Darwin al rescate de China

Según la teoría de la evolución por selección natural de Darwin, las especies compiten por los recursos naturales. Cuanto mejor adaptada está una especie para explotar los recursos naturales, más sanos son sus individuos y pueden producir una mayor descendencia. Las especies que pierdan en esta competencia tendrán dificultades para tener descendientes y progresivamente disminuirán en número hasta extinguirse. Los científicos chinos interpretaron esto en función de su contexto histórico: la revolución industrial había dotado a algunas naciones de una mayor capacidad para explotar los recursos naturales ¿Cómo podían competir los barcos a vela chinos contra los poderosos buques metálicos reforzados y con cañones de fundición industrial? Tal y como decía Darwin, la ciencia china debía transformarse (evolucionar) y competir contra las potencias coloniales por los recursos. En China, el darwinismo social fue utilizado como una herramienta para el fortalecimiento nacional, sin provocar discriminación sobre otras personas por su aspecto físico.

La teoría original no incluía esta posibilidad de autocomprensión y desarrollo para transformarse en competitivo. Según el darwinismo social, las razas se encontraban condenadas por sus bases fenotípicas, si una raza era mentalmente inferior no tenía la posibilidad de desarrollarse y volverse igual al resto. Los científicos chinos entendieron un concepto biológico que no formaría parte de la teoría evolutiva hasta 1930, la importancia del ambiente. Sin importar cuales fueran las desventajas que pudieran tener los asiáticos, los científicos chinos creyeron que con trabajo duro y esfuerzo podrían ponerse a la par de otras razas. Hoy en día la teoría evolutiva sostiene que cada individuo posee un genoma que determina sus puntos fuertes y flacos, pero que lo que determina en realidad las habilidades es el medio ambiente. En síntesis, los científicos chinos confiaron en que una serie de reformas y una política de desarrollo científico tecnológico podría colocarlos al nivel de cualquier otra raza fuera europea o japonesa.

La muerte del darwinismo social

El darwinismo social fue descartado posteriormente por los científicos de todo el mundo, incluidos los chinos, porque a mediados del siglo XX comenzó a ser evidente que no existen razas de humanos actualmente. Pero la idea de fortalecimiento nacional mediante el desarrollo científico, para evitar ser destruidos por naciones extranjeras permeó el pensamiento chino. Gran parte del resurgimiento actual de China se debe al desarrollo científico-tecnológico. El darwinismo social es hoy en día una teoría acientífica sin ningún sustento, pero la importancia de la ciencia para conseguir un futuro mejor para la única raza humana actual sigue siendo central en el pensamiento chino.

Notas

(1) Si bien en el siglo XIX se aceptaba la existencia de razas (subespecies) de humanos, hoy en día, gracias a los avances en paleontología y genética sabemos que todos los humanos actuales formamos parte de una única subespecie. Todas las diferencias fenotípicas (de aspecto físico) que podemos ver como los colores de piel, las adaptaciones genéticas a las mesetas de gran altitud, la forma de los dientes, la contextura física y demás, son parte de la diversidad de nuestra subespecie el Homo sapiens sapiens. Si alguna vez existieron subespecies de humanos, estas se extinguieron hace muchos milenios, como los primeros pobladores de la 青藏高原 Qīng zàng Gāo yuán, meseta tibetana-Qīnghǎi.

Artículo de un periódico
en el que se cuenta la
masacre de los oficiales
Toshiaki Mukai y Tsuyoshi Noda.
(2) En los compases previos a la Segunda Guerra Mundial, la superioridad racial fue uno de los argumentos que conformaban la base del pensamiento nazi. Por su parte, tanto Japón como Italia se encontraban en un problema, porque eran considerados inferiores por sus propios aliados. Los italianos resolvieron el dilema intelectual autoproclamándose descendientes del Imperio Romano, el mayor imperio de Europa. En Japón la discusión fue algo más acalorada. Algunos japoneses no estaban de acuerdo con la teoría, como por ejemplo el almirante Isoroku Yamamoto, mientras que otros como los oficiales Toshiaki Mukai y Tsuyoshi Noda, realizaron una competencia para ver quién de los dos era capaz de decapitar primero a 100 chinos en la ciudad china de 南京 Nánjīng, algo que hicieron sin piedad porque a sus ojos estaban matando a inferiores.

(3) Si bien las humillaciones a China habían comenzado en 1839 con la Primera Guerra del Opio, el darwinismo social sirvió para reforzar la idea de que los europeos debían hacerse con el control de China. De todas formas, el caso más horroroso fue la invasión japonesa.

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