La evolución es un proceso biológico que ocurre desde el origen de la vida, nos ha surtido de la gran diversidad que observamos hoy en día e incluso nosotros mismos somos hijos de este proceso. A veces es fácil olvidar que la evolución está ocurriendo en este momento en nosotros como población, algunas combinaciones de genes se pasan a la siguiente generación en mayor proporción, mientras que otros no. Nuevas combinaciones y mutaciones continúan surgiendo.
Evolución humana y altura
Los humanos evolucionamos como especie cerca del nivel del mar en África y luego nos expandimos por todo el mundo, asentándonos principalmente en zonas bajas, a la vera de los ríos. El porcentaje de oxígeno en la atmósfera a baja altitud es de un 21%, cualquier cambio a niveles más altos o bajos por la razón que sea provoca problemas de salud a los humanos. A medida que aumenta la altitud bajan los niveles de oxígeno, lo cual ha representado un problema histórico de nuestra especie para la colonización de zonas elevadas.
Mapa de las migraciones humanas fuera de África, versión de Naruya Saitou y Masatoshi Nei (2002) del Instituto Nacional de la Genética del Japón. Es una traducción del japonés original. http://www.museum.kyushu-u.ac.jp/WAJIN/113.html |
Los síntomas de altitud
La disminución del oxígeno y la presión atmosférica producto de la altitud causan toda una serie de síntomas relacionados con la hipoxia como la fatiga, la falta de aire, dolor de cabeza, náuseas, dolor en los oídos, entre otros. Estos son problemas muy conocidos por los montañistas y por los futbolistas que han jugado en Bolivia. De hecho, son síntomas tan comunes que en español tenemos una palabra específica para el tipo de hipoxia: el apunamiento.
Jugador de la selección de fútbol argentina con síntomas de apunamiento en La Paz, Bolivia |
A pesar de todo esto, los humanos nunca nos hemos dejado amedrentar por las dificultades. Por esto no son pocas las comunidades que han colonizado las mesetas de nuestro planeta, como por ejemplo las etnias chinas en la meseta tibetana-Qīnghǎi 青藏高原 (Qīng zàng Gāo yuán). o las comunidades americanas en la meseta andina. Estos dos paisajes hermanos, formados por el mismo proceso geológico han llevado también a que se den procesos evolutivos similares.
Las etnias chinas
En las zonas más altas de la meseta
tibetana-Qīnghǎi, 4.500 metros por encima del nivel del mar, se alcanzan
niveles de oxígeno tan bajos como del 13%. A pesar de esto las etnias
que habitan la meseta no presentan síntomas de hipoxia ni pérdida de
capacidad física. Los primeros estudios mostraron que los habitantes de
la meseta poseen casi el doble de óxido nítrico en sangre que el resto
de los humanos, lo que les permite mantener los vasos sanguíneos
dilatados y refuerza la presión arterial.
Estudios relativamente
modernos han mostrado que las etnias de la meseta tibetana-Qīnghǎi
poseen genes especiales que por selección natural les han permitido
tener mejores niveles de oxigenación a gran altitud. Se trata de un
excelente ejemplo de evolución por selección natural. Los humanos
habrían comenzado a colonizar la meseta hace unos 30.000 años, en cada
generación los humanos que mejor resistieran la hipoxia podrían dejar
más descendientes que nuevamente serían seleccionados generación tras
generación.
Carrera de caballos en la meseta tibetana-Qīnghǎi. |
Aunque en realidad, parece ser que no han sido en estas etnias de la
meseta en quienes se ha seleccionado la genética que mejora su
oxigenación, sino en los primeros y más antiguos colonizadores de la meseta.
El altiplano andino
Los pueblos andinos llevan modos de vida muy similares a las etnias chinas de la meseta tibetana-Qīnghǎi. Los americanos presentan una gran resistencia al apunamiento y no pierden fuerza física por la altitud. Si el lector no da crédito a sus ojos, puede mirar un partido de la selección de futbol boliviana en La Paz, a más de 3.500 metros de altitud.
Aymara en el altiplano andino. |
Pero los pueblos andinos sufren de forma regular del apunamiento, los
síntomas anteriormente descriptos no les son nada ajenos, aunque los
sufren menos que los no nativos, suelen tener dolencias relacionadas,
especialmente las personas ancianas. De hecho, han desarrollado técnicas
realmente efectivas para combatir el apunamiento que tiene que ver con
la relajación, la respiración controlada y el consumo de la hoja de
coca.
El consumo de la hoja de coca es tan amplio en el
altiplano y tan importante que ha permeado a toda la cultura y existen
hasta canciones andinas sobre su uso y beneficios:
Las etnias de la meseta china no se han visto con la necesidad de
desarrollar técnicas especiales, excepto al escalar las cumbres más
altas, donde es necesario equipamiento especializado, y aun ahí
presentan una mayor resistencia.
Los estudios médicos muestran
que los andinos presentan concentraciones de hemoglobina en sangre
mayores que los habitantes de las llanuras. De hecho, el aumento de la
hemoglobina es un proceso que le ocurre a cualquiera que visite el
altiplano. De ahí que exista la discusión sobre si conviene realizar una
visita rápida al altiplano e irse antes de sufrir el apunamiento, o si
conviene realizar un periodo de adaptación. Mayores niveles de
hemoglobina permiten que la oxigenación en sangre sea mayor, lo que
contribuye a contrarrestar los síntomas del apunamiento.
Quechua en el altiplano andino. |
Los estudios en los andes no son tan numerosos como en la meseta china,
pero los análisis genéticos han mostrado que poseen una variante
genética, similar a la presente en las etnias chinas de altitud, pero
claramente diferente y menos eficiente para combatir la hipoxia. Esto se
debe a que los primeros Homo sapiens alcanzaron el altiplano andino
hace unos 11.000 años, mucho menos que sus hermanos en China. Además, el
altiplano no estaba colonizado por ningún otro grupo de homínidos, por
lo que no pudieron beneficiarse de sus adaptaciones genéticas. Los
pueblos andinos llevan menos tiempo habitando el altiplano que los
Denisovanos antes de su unión de sangre con los Homo sapiens.
La
historia de los pueblos humanos es tan compleja como interesante, nunca
dejará de sorprendernos y maravillarnos con su riqueza cultural y
biológica.
Torres, L. N. y Díaz, M. E. (8 de agosto de 2020). Evolución humana a gran altitud . China desde el Sur. https://www.chinadesdeelsur.com/2020/08/evolucion-humana-gran-altitud_7.html
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